Callum Hall saltó del yate y al caer al agua pisó un erizo de mar, frente a las islas de Skiathos. No le dio mucha importancia al asunto y siguió disfrutando de su baño.
Callum Hall está en una silla de ruedas después de pisar un erizo de mar durante sus vacaciones en Grecia. El joven británico 20 años desarrolló una infección en la columna vertebral que afectó la espina dorsal y que lo ha dejado paralizado de por vida.
El estudiante de Educación física había estado en Grecia el verano pasado, donde al parecer comenzó su tragedia.
Callum Hall saltó del yate y al caer al agua pisó un erizo de mar, frente a las islas de Skiathos. No le dio mucha importancia al asunto y siguió disfrutando de su baño.
“Sentí como una picadura de abeja. Me saqué tres espinas negras de un dedo del pie y no pensé más en ello”, contó al Daily Mail.
Sin embargo, tres semanas más tarde, ya en su casa en Leeds, el joven desarrolló una dolorosa infección. Tenía una inflamación, del tamaño de una pelota de tenis en la zona de la espina dorsal con un absceso que dañó la médula espinal de forma irreversible.
En el principal hospital de la ciudad de Leed, le pronosticaron pocas horas de supervivencia y urgentemente lo llevaron al quirófano.
De su caso existe “una posibilidad entre 50.000 de que ocurra un absceso así en la columna vertebral y es casi inaudito que un erizo de mar pueda causarlo”, ha explicado Callum que no se resigna a la parálisis permanente.
El joven sufrió el incidente el verano pasado, pero salió del hospital en una silla de ruedas la pasada semana, después de meses de incertidumbre luchando por su vida.
Hasta el momento, recuperó algo de movimiento en el abdomen y puede mover los dedos del pie. A pesar del pronóstico de parálisis permanente, el joven no se resigna a su estado y aunque cree que le tomará tiempo está decidido a volver a caminar.
Callum espera poder recaudar miles de euros para la fisioterapia, los equipos y la atención médica que necesitará si quiere volver a caminar. Sus proyectos van más allá y sueña incluso con participar en los Juegos Paralímpicos de 2016, en Brasil.
Fuente. Telecinco.es
El estudiante de Educación física había estado en Grecia el verano pasado, donde al parecer comenzó su tragedia.
Callum Hall saltó del yate y al caer al agua pisó un erizo de mar, frente a las islas de Skiathos. No le dio mucha importancia al asunto y siguió disfrutando de su baño.
“Sentí como una picadura de abeja. Me saqué tres espinas negras de un dedo del pie y no pensé más en ello”, contó al Daily Mail.
Sin embargo, tres semanas más tarde, ya en su casa en Leeds, el joven desarrolló una dolorosa infección. Tenía una inflamación, del tamaño de una pelota de tenis en la zona de la espina dorsal con un absceso que dañó la médula espinal de forma irreversible.
En el principal hospital de la ciudad de Leed, le pronosticaron pocas horas de supervivencia y urgentemente lo llevaron al quirófano.
De su caso existe “una posibilidad entre 50.000 de que ocurra un absceso así en la columna vertebral y es casi inaudito que un erizo de mar pueda causarlo”, ha explicado Callum que no se resigna a la parálisis permanente.
El joven sufrió el incidente el verano pasado, pero salió del hospital en una silla de ruedas la pasada semana, después de meses de incertidumbre luchando por su vida.
Hasta el momento, recuperó algo de movimiento en el abdomen y puede mover los dedos del pie. A pesar del pronóstico de parálisis permanente, el joven no se resigna a su estado y aunque cree que le tomará tiempo está decidido a volver a caminar.
Callum espera poder recaudar miles de euros para la fisioterapia, los equipos y la atención médica que necesitará si quiere volver a caminar. Sus proyectos van más allá y sueña incluso con participar en los Juegos Paralímpicos de 2016, en Brasil.
Fuente. Telecinco.es
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