A Betsian Carrasquillo Peñalosa, conocida como “Gordi la Comehombres”, se le acusa de prostitución infantil. (jose.rodriguez@gfrmedia.com)
viernes, 12 de octubre de 2012
Francisco Rodríguez-Burns / frodriguez@primerahora.com
La mujer que fue arrestada por supuestamente intentar prostituir a su hija de 14 años de edad se declaró no culpable ante una sala abarrotada por periodistas, agentes, fiscales, entre otros oficiales de la corte.
La historia de Betsian Carrasquillo Peñalosa, mejor conocido como “Gordi la Comehombres”, recorrió los medios locales e internacionales por los cargos que enfrenta por tráfico sexual y transportar a una menor de edad en una posesión de EE.UU. para fines sexuales.
Pero Carrasquillo Peñalosa no parecía sorprendida por toda la atención mediática ni toda la seguridad en la sala.
De hecho, esbozó una sonrisa cuando vio a un familiar que se encontraba en la sala y esperaba para que iniciaran los procedimientos luego de una conversación con su representante legal, la defensora pública Melanie Carrillo Jiménez.
Gordi había sido arrestada la semana pasada en un operativo encubierto del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en un hotel de lujo en Miramar. Los federales alegan que la mujer llevó a su hija y a otras mujeres adultas, luego de pactar con un agente encubierto un precio de $1,240, que incluía $500 por la adolescente, para la transacción sexual para “ingenieros” que querían pasar “un buen rato” .
Tan reciente como el pasado miércoles, un Gran Jurado Federal emitió un pliego acusatorio contra Carrrasquillo Peñalosa y ayer, jueves, la mujer compareció a su vista de detención ante el magistrado federal Marcos López.
La acusada, en varias instancias durante la vista, requirió de la asistencia de su abogada para entender el inglés del magistrado, a pesar de que estuvo asistida en todo momento por un intérprete.
En una movida que algunos abogados de defensa utilizan en las primeras etapas del caso, Carrillo Jiménez se reservó el derecho de solicitar una vista de fianza para una fecha posterior.
La acusada, de 34 años de edad, indicó que estaba bajo los efectos de medicamentos, pero el magistrado determinó que la mujer se encontraba apta para entender los procedimientos.
Más tarde el togado procedió a ordenar el ingreso de prisión de Gordi al no refutarse las alegaciones de las autoridades.
Confidencias apuntaban a que la mujer, con una educación de octavo grado, operaba una red de prostitución en Río Piedras que incluía menores de edad. Se identificaron, además, un establecimiento donde los prospectos clientes podían conocer a las “nenas” antes de que se pagara para los actos de prostitución.
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