“Operación a corazón abierto, seis meses de recuperación y después estaré curada. Para seguir queriendo y cuidando a…”, explica Jennifer Johnson, en el famoso formato de tarjetones con frases que narran su historia personal.
En el vídeo de YouTube, la madre explica sus problemas de salud y levanta una foto de sus dos hijos: Micayla, de tres años, y Malykai, de 18 meses.
Y así narra su sueño para el futuro inmediato. La mujer, de 30 años, de Cabo Coral (Florida, Estados Unidos), estaba enferma y buscaba recaudar dinero para operarse y seguir viviendo para ver crecer a sus hijos, de ahí que hiciera el emotivo vídeo.
Pero lo que hace que esos cuatro minutos de metraje sean ahora especialmente trágicos y cargados de significado, es saber que Jennifer Johnson murió.
Tal y como cuenta en el vídeo, a Jennifer le fue diagnosticado un problema grave de corazón un día después de comprometerse con su esposo. Para entonces ya estaba embarazada del primer hijo de ambos. “¿Por qué yo?”, se pregunta en el vídeo, claramente luchando contra las lágrimas. “Soy demasiado joven…”.
Con gran dificultad dado su estado, le fue implantado un marcapasos, pero eso no cambió su suerte. Uno de los cables del aparato se soltó, obligándola a someterse a una segunda operación para arreglarlo. Otra complicación: antes de siquiera plantearse esa operación debía someterse a una intervención dental.
Esto era un problema. En Estados Unidos es relativamente plausible encontrar un seguro médico que financie condiciones médicas como las de corazón, pero la salud dental es prácticamente inasequible para cualquier bolsillo que no pueda costearse un seguro adicional de mayor valor. Jennifer Johnson sencillamente no podía permitirse la operación dental por sí sola.
Por eso acudió a YouTube en octubre. La idea era confiar en la bondad de los desconocidos que conocieran su historia, una fórmula que ha dado resultado en múltiples ocasiones, para que le enviaran dinero con el fin específico de operarse y recuperarse.
Para diciembre había recaudado poco más de 400 dólares. Es decir, insuficiente cantidad. El día 14 de este mes se operó de todas formas. Tres días después, murió de complicaciones relacionadas con la cirugía.
Pero Jennifer Johnson deja algo más que una montaña de deudas para su familia. También deja un legado de afecto y cariño que su ahora viudo, Robert, ha querido resucitar enseñándole el vídeo a los medios. “La echo de menos”, confesaba esta semana a FOX News reprimiendo las lágrimas.
“Era una luchadora y estaba preparada para encarar esto hasta el final”, manifestó el padre.
Quizá cuando Mikayla y Malykai sean grandes, cuando por fin entiendan por qué su madre estaba llorando con un montón de tarjetones frente a una cámara, reconocerán en ella ese espíritu luchador.
Fuente: Yahoo! España
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