El niño Ángel Adrián Asencio Berroa sufrió heridas cuando matadores agente escapaban
El niño Angel Adrián Asencio Berroa, de seis años, muerto de un balazo en el pecho la noche del viernes, en Invivienda, resultó gravemente herido cuando los hombres que asesinaron a un sargento de la Policía, escapaban disparando.
Así lo revelaron varios testigos del hecho en el que murió de múltiples disparos el sargento Lennin Danilo Hernández Vargas, adscrito a la Autoridad Metropolitana de Transporte (Amet).
Hernández Vargas, quien prestaba servicio en la Casa del Conductor, fue asesinado por cuatro hombres que viajaban en un carro Honda Civic, blanco.
El sub oficial de Amet departía con una joven de nombre Loly, en un apartamento de la manzana 4685, en la calle Pedro A. Bobea, de Invivienda Santo Domingo, cuando fue asesinado.
La Policía dijo que Hernández Vargas fue despojado de su arma de reglamento, tres teléfonos celulares y una cadena de oro.
Se dijo que cuando los delincuentes huían dispararon al aire para despejar la vía.
Según testigos, en ese momento Adriano y su esposa Isaura Berroa Belén, y sus tres hijos, regresaban de un culto en la iglesia Luz en el Camino, de Invivienda.
Las versiones indican que Angel Adrián iba delante con su padre, mientas sus hermanos de cuatro y dos años iban detrás con la madre.
“Los delincuentes disparaban en todas direcciones para que le despejaran la vía, cuando el niño dijo que estaba herido”, expresó un empleado de la Empresa Distribuidora de Electricidad del Este (Ede- Este) que pidió no ser identificado.
Agregó que el padre del niño asesinado trató de correr detrás de los delincuentes pero éstos huyeron.
Angel Adrián era estudiante de segundo curso de la educación básica en el colegio San Isidro, de Invivienda.
El niño era nieto de Juana Belén, una dirigente comunitaria muy conocida en el ensanche Simón Bolívar.
Residentes en Invivienda dijeron que el asesinato fue un hecho fortuito debido a que en ese sector el patrullaje ha sido aumentado por el coronel Ludwuig Sarduí, nuevo director regional Este de la Policía.
Varias personas son investigadas por el hecho.
Así lo revelaron varios testigos del hecho en el que murió de múltiples disparos el sargento Lennin Danilo Hernández Vargas, adscrito a la Autoridad Metropolitana de Transporte (Amet).
Hernández Vargas, quien prestaba servicio en la Casa del Conductor, fue asesinado por cuatro hombres que viajaban en un carro Honda Civic, blanco.
El sub oficial de Amet departía con una joven de nombre Loly, en un apartamento de la manzana 4685, en la calle Pedro A. Bobea, de Invivienda Santo Domingo, cuando fue asesinado.
La Policía dijo que Hernández Vargas fue despojado de su arma de reglamento, tres teléfonos celulares y una cadena de oro.
Se dijo que cuando los delincuentes huían dispararon al aire para despejar la vía.
Según testigos, en ese momento Adriano y su esposa Isaura Berroa Belén, y sus tres hijos, regresaban de un culto en la iglesia Luz en el Camino, de Invivienda.
Las versiones indican que Angel Adrián iba delante con su padre, mientas sus hermanos de cuatro y dos años iban detrás con la madre.
“Los delincuentes disparaban en todas direcciones para que le despejaran la vía, cuando el niño dijo que estaba herido”, expresó un empleado de la Empresa Distribuidora de Electricidad del Este (Ede- Este) que pidió no ser identificado.
Agregó que el padre del niño asesinado trató de correr detrás de los delincuentes pero éstos huyeron.
Angel Adrián era estudiante de segundo curso de la educación básica en el colegio San Isidro, de Invivienda.
El niño era nieto de Juana Belén, una dirigente comunitaria muy conocida en el ensanche Simón Bolívar.
Residentes en Invivienda dijeron que el asesinato fue un hecho fortuito debido a que en ese sector el patrullaje ha sido aumentado por el coronel Ludwuig Sarduí, nuevo director regional Este de la Policía.
Varias personas son investigadas por el hecho.
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