SANTO DOMINGO, 9 de julio 2011-. Un capitán de la Policía Nacional y una patrulla adscrita a la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), es acusado de matar al joven Junior Céspedes Alvarado, porque supuestamente éste se negaba a darle dinero producto de las drogas que vendía en la comunidad de Maimón, en Bonao. Los familiares del joven muerto acusan al oficial Elvis de Jesús Encarnación quien conjuntamente con la patrulla que comandaba supuestamente asesinaron de 4 disparos a su pariente la noche del 19 de enero del presente año 2011.
De acuerdo a las narraciones de los padres del difunto los señores Ramón Emilio Céspedes y Guadalupe Alvarado, su hijo era constantemente perseguido por el mencionado capitán quien lo obligaba a que le entregue entre 10, 15 y 20 mil pesos de la droga que vendía.
Los familiares hicieron la acusación en un reportaje de forma y de fondo presentado en el programa de investigación periodística policial y judicial “Tras las Huellas”, que conducen los periodistas José Cuevas y Celina Suriel y que se transmite en vivo todos los viernes de 8:00 a 9:00 de la noche por los canales 24 de Santo Domingo TV por el sistema de cable y 69 de UHF.
Durante el reportaje los padres de Junior narraron que su hijo estuvo preso por que vendía drogas, pero que cuando salió de la cárcel le comunicó que él –Junior- estaba seguro porque tenía un capitán al que le daba dinero cuando hacía buena venta de las drogas y que se sentía protegido por el oficial antinarcóticos.
Ramón Emilio Céspedes y Guadalupe Alvarado, aseguraron que muerto su hijo han tratado de verse en múltiples ocasiones con los jefes de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), Rolando Rosado Mateo y de la Policía Nacional, José Armando Polanco Gómez, pero que no lo han logrado.
Por esa razón, les piden a los altos jefes policiales a investigar la muerte de su vástago, pero sobre todo, la mala acción que está llevando a cabo el capitán Encarnación en la comunidad de Maimón, de Bonao, en la provincia Monseñor Nouel donde permanece de puesto el oficial, a pesar de la acusación que reposa sobre él.
“Nosotros admitimos que nuestro hijo vendía drogas, lo que no admitimos es que un oficial que está para contrarrestar ese mal esté ligado a la venta de drogas”, narraron los familiares de Junior de 32 años de edad.
“Ahora lo que nos queda es pedir justicia para que este capitán y esa patrulla paguen por el asesinato de su hijo, porque aun así todavía esos policías y ese a capitán están en este pueblo haciendo fechorías”, expresaron
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