En cualquier otro país del mundo la investigación realizada en la Universidad Autónoma de Santo Domingo sobre el paso de Danilo Medina por sus aulas habría provocado un escándalo de tal magnitud que el gobierno se hubiera visto obligado a buscar otro candidato a la presidencia. Pero aquí cancelaron al profesor que realizó la investigación.
En cualquier otro país del mundo las declaraciones del Presidente de la República admitiendo que gastará 40 mil millones de pesos para comprar las elecciones venideras habría generado la repulsa de todo el pueblo, incluyendo a los beneficiarios. Y por ahí anda Leonel en mítines y caravanas gastando los 40 mil millones ante los ojos de todos, sin que pase nada.
En cualquier otro país del mundo la afirmación de organismos internacionales de que somos el país más corrupto y menos transparente de América Latina hubiera conmovido la conciencia nacional, pero aquí nos hicimos los locos. Nada pasó.
En cualquier otro país del mundo la afirmación del Banco Interamericano de Desarrollo de que la corrupción se lleva alrededor de cien mil millones de pesos todos los años, 800 mil millones en ocho años, hubiera provocado, mínimo una revolución. Pero aquí no pasó nada.
En cualquier otro país del mundo las denuncias de más de cien casos de corrupción graves habrían realizado investigaciones serias y profundas para someter a la justicia y encarcelar a una buena parte de los imputados. Pero aquí no hay un solo corrupto preso. En cualquier otro país del mundo el solo anuncio de los reportajes del periódico digital El Siglo 21 que dirige mi hermano de padre Radhamés Gómez Sánchez (Chiqui), habrían generado una hecatombe social.
La publicación de los primeros, el abuso del cierre del diario, una poblada. Pero aquí no pasó nada. En cualquier otro país del mundo la forma en que nació la Fundación Global, la manera como se ha estado financiando, junto a los 14 viajes por año que realiza el Presidente al extranjero, habrían determinado el ocaso político (y algo más) de Leonel Fernández.
En cualquier otro país del mundo el dinero que tenían tanto Leonel Fernández como Margarita María Cedeño Lizardo en el quebrado Banco Intercontinental (Baninter), habría sido objeto, por lo menos, de una investigación. Pero aquí ni los llamaron para preguntarle nada.
En cualquier otro país del mundo el caso de los 130 millones de dólares tomados prestados por Leonel violando la Constitución se habría llevado de paro al gobierno. Pero aquí la Suprema Corte de Justicia se hizo cómplice del robo. ¡Y no pasó nada!
En cualquier otro país del mundo la denuncia de cuentas bancarias millonarias en el extranjero de la candidata vicepresidencial y de otros funcionarios, habría provocado, no amenazas, sino una investigación oficial para determinar la veracidad o falsedad de la misma.
En cualquier otro país del mundo la denuncia de cientos de millones de dólares y euros, miles de millones de pesos, depositados en bancos europeos y del medio oriente, se habría llevado, entre otras cosas, la candidatura vicepresidencial del partido de gobierno.
Pero aquí no pasará nada. ¡Como siempre! PD: Si yo fuera doña Margarita exigiría una investigación, pediría una certificación al banco donde dicen que tiene el dinero y dijera que le regalaría esa fortuna al que la encuentre en cualquier parte del mundo. Si lo hiciera yo sería el primero en decirle: “¡Bien por ti! ¡Tus acciones hacen un mejor país!”
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