Como si se tratase de un caso especial de pareidolia y también una broma del azar y la contingencia, aparece en un panquecillo el rostro de Friedrich Nietzsche, irónicamente uno de los filósofos más iconoclastas que hayan existido nunca.
Por lo común los fenómenos de pareidolia —la “aparición” de imágenes determinadas en los lugares más inesperados— se asocian con la religión y las figuras santas. Jesucristo, la Virgen, el Papa, son solo algunas de las efigies que de tanto en tanto surgen en enseres de cocina, alimentos, árboles, paredes, etc. Y si bien la pareidolia no se limita a entidades sacras, es en estas cuando casi siempre adquiere una mayor notoriedad.
¿Qué pasaría, sin embargo, si la aparición no remitiera a un hombre santo sino a su opuesto justo: una especie de apóstata moderno que terminó sus días abjurando de la religión y combatiendo el cristianismo?
En un caso de pareidolia que sorprenderá a más de uno, un panquecillo fue tocado con el dedo del azar y el enigma al delinear en sus líneas de cocimiento el rostro del filósofo alemán Friedrich Nietzsche, el autor del El Anticristo y de La genealogía de la moral, entre otros títulos no menos iconoclastas.
Quizá ahora la pregunta sería si este panecillo podría ser elevado a los altares del superhombre y el librepensamiento.
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