Realmente hay gente que está muy loca, y tiene unas obsesiones exageradamente extrañas… No te pierdas esta historia.
Carl Tanzler era un experto en radio, y después de estar unos meses en un campo de concentración alemán durante la Primera Guerra Mundial se fue a Estados Unidos exiliado. Allí empezó a trabajar como radiólogo en un hospital de la marina de los Estados Unidos en Florida. Desde siempre había creído que su mujer perfecta sería exótica de pelo negro, como le había dicho un tío suyo.
Maria Elena Milagro era una mujer que vivía en Florida, y era de madre cubana y padre americano. Era 32 años mayor que Tanzler. Se le diagnosticó tuberculosis cuando tenía 21 años, y fue tratada por Tanzler. El doctor le tenía mucho cariño a Elena, incluso montó una máquina de rayos-x en su casa. El doctor empezó a sentir algo más por esa chica, y le hacía regalos a todas horas. Pero la atracción no era mutua.
N
Elena murió de tuberculosis, y se pasó dos años visitando su tumba cada día. Hasta que un día decidió desenterrarla y llevarse los restos del cuerpo a su casa. Intentó reconstruir el cuerpo pegando los huesos, y poniéndole una cara nueva. La vistió con su ropa, y le ponía mucho perfume para que no oliera a descomposición. Tanzler guardaba el cuerpo en su cama.
Tanzler estuvo durmiendo con Elena durante más de 7 años. Hasta que la hermana de Elena oyó rumores de lo que estaba pasando y lo descubrió. Fue arrestado, pero no se fue a la cárcel… Se mudó a otra parte de Florida, y con él se llevó una máscara de Elena, con la que más tarde haría una esfinge que llevaría siempre encima. Se dice que murió con la estatua en sus manos
Gabriel Tenida
Si te ha gustado esta historia, compártela con tus amigos en Facebook!
No hay comentarios:
Publicar un comentario