Amamos tener una puesta, y mucho más si es de nuestro equipo favorito, ―nacional e internacional― tener una gorra es casi una ley de todos los dominicanos, que todavía se mantiene encima de las cabezas de todos nosotros. La gorra o cachucha, como también la llamamos es aquel sombrero informal integrado de una visera la cual está diseñado para contrarrestar los filosos rayos del sol. ¡Aquí es todo un lujo!, usar gorras es una cultura de la cual nos enorgullecemos, las gorras son esos accesorios que un hombre nunca puede dejar de tener. Ellas han sabido llenar los vacios de nuestras cabezas y cráneos otorgándonos estilo y chulería mientras la tengamos puesta. La gorra es para muchos algo sagrado, mucha gente no se apea una, las usan y usan tanto que el pelo llega a marcar la sombra de su uso.
Pelotas de las grandes ligas
De grandes ligas, Pelota invernal, de marcas promocionales y hasta de políticos, las gorras han sido todo un vehículo y canal de expresión de publicidad, moda, empleo, y muchos otros. También ella ha sabido complementarnos al proveernos protección, comodidad, variedad y hasta autenticidad. Las gorras son deseadas por todos, y mucho más cuando son consideradas como una extensión de nuestro ser, un sello personal o simplemente para ocultar la melena cuando estamos de pelar. Las cachuchas de antes ―y todavía existen― tenían una delgada correíta de plástico, la cual se cerraba con otra y mediante se colocaba la correa, esta hacia graduar efectivamente el tamaño de las gorras, como yo soy cabezón casi ajustaba el regulador de plástico con los últimos enganches, pero que va comoquiera no me cabían. Las gorras se popularizaron hasta en los colmados, todavía ves como muchos de estos establecimientos tienen las suyas, generalmente de algún equipo de las grandes ligas.
Todo un universo para nuestras cabezas
Al igual que en el reino de los zapatos, donde hay de todo y mucho más, el universo de las gorras es altamente amplio, y cada día nace un nuevo tipo de estas, todo esto a la rapidez con que alguien se pone una. Con viseras largas, anchas, de colores, con espuma en su interior ―para darle forma― de tela, plástico, de material impermeable, de charol, de Jean, en fin es incalculable la variedad que por nuestra cabeza pasan. El estilo de llevar una gorra también cuenta, desde muchos años, llevarla pa tra ―visera en la nuca― es sinónimo de jou, rapero o simple vanguardia urbana. Desde hace un tiempo ya esta modalidad ha cambiado a mantenerla tal como llega de fabrica sin alterarle su forma y el estilo clásico de llevar una gorra, doblándole su visera ―media luna―. Esos modernos sombreros nos resuelven en todo momento: lluvia, playa, juntadera, colegio y hasta universidad. Llevar puesta una gorra es todo un símbolo y todo un habito ―aunque no las laven y huela mal― Ellas nos complementan haciendo deporte, en la calle, y hasta en el trabajo ―si te permiten usar una―.
Mi gorra de los Yankees
Las gorras de siempre, las que nunca perderán adquirientes en RD, son las de grandes ligas. También la moda de diseñadores se impone, recuerdo perfectamente el fenómeno de cabezas que fue la marca Von Dutch. La gorra es para muchos toda una prenda de vestir que combina nuestro ajuar, y digo vestir porque realmente la combinamos con todo. Antes se coleccionaban mas, cada quien poseía más de 15 cachuchas, y de alguna manera se llevaban bien con nuestra ropa. La gorra siempre será buena en todas partes, pero menos en los bancos ya que te obligan a quitártelas, razones de seguridad. Lo cierto e importante es que a esa importante prenda, todos le hemos tomado un cariño especial, ellas siempre han estado ahí para ayudarnos en todo momento para simplemente hacernos ver más atractivos y divertidos Sea cual sea tu motivo para tener siempre encaquetada una gorra en tu cabeza, continua poniéndotela y venerándola, ellas siempre se engancharan a nuestras cabezas para proyectar lo mejor de nosotros, nos ayudaran siempre a combatir los rayos que interceptan la visera y muchas cosas más. La gorra es parte de nosotros, es el sombrero dominicano más usado y puesto, no discrimina, si hace tiempo no te pones la tuya, anímate y hazlo ¡Con la gorra puesta siempre!
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