Yo he sido yo. Más travieso, más activo, más juguetón, más obediente... más....tantos mases... pero he sido y sigo siendo yo: Tyson y sé que me recordarán como cachorro cuando me llevaron a casa y a pesar de haber destrozado tanto, de haberme comido vuestros zapatos mas queridos y recién comprados, de haberme comido los muebles de la casa y la muñeca negra de mamá, igual me quisieron y sé que lo hicieron con todo el corazón. Y además me intentaron educar.... y casi lo consiguen! Llegó un momento que tanto oír NO! ESTO NO!, AQUÍ NO! llegué a pensar que me llamaba NO…
He crecido con ustedes como una parte de la familia y he sido uno más de ustedes, sé que les duele que me haya ido, pero no saben lo bien que estoy ahora... no tienen ni idea, ya no me dan ataques, la abuelita cocina para mi todos los días y el abuelito me hizo una casa de madera y le pintó mi nombre en la puerta. Al irme, recordé lo qué junto a ustedes escuché de los misioneros y supe que yo no había pecado nunca, así es que aquí estoy en un lugar soñado... Yo ahora que he dado el paso que por vida tenía que dar, estoy en el cielo, tengo comida soñada, nadie me saca a pasear, salgo yo... solito, sin correa, sin ataduras... sin miedo a los carros y a todas esas viejas que se asustaban cuando me veían pasear, tan elegante y como un Rey. Soy feliz, y soy feliz sobre todas las cosas porque he cumplido mi misión en esta vida....He hecho feliz a una familia, que me ha hecho feliz a mi y aquí estaré siempre esperándolos junto a los abuelos, no me lloren, yo soy feliz y estoy súper bien! Con todo mi cariño, Tyson!
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