Londres. Agencias - 10/01/12
Igual que muchas parejas, Barry y Anne Watson quisieron renovar sus votos matrimoniales. Pero, en este segundo ritual de unión, la pareja había sufrido una gran transformación respecto de la primera celebración, nueve años atrás: Barry ahora era una mujer llamada Jayne .“Al principio, Anne se puso furiosa cuando le dije que quería un cambio de sexo”, le dijo Jayne, de 43 años, ex conductor de autobús al periódico británico The Daily Mirror , que publicó la historia el domingo pasado.
“Nuestro matrimonio estaba pasando por problemas y ella pensó que yo la había estado engañando con otra mujer. Pero yo sólo quería ser una”, siguió relatando el caso Jayne. Y agregó: “Anne llegó a aceptarme por lo que yo quería ser y, como Jayne, ella me encanta. La renovación de nuestros votos parecía la mejor manera de decirle al mundo lo felices que estamos con nuestras nuevas vidas”.
Anne, de 53 años, agregó: “Me entristecí por la pérdida de Barry, pero había partes de Jayne que me gustó conocer. Ahora nos sentamos y nos reímos y hablamos de peinados, de ropa y de maquillaje”, dijo la mujer al Mirror .
“Para mí, nuestra segunda boda fue más especial que la primera ya que sabía que Jayne finalmente estaba a gusto con lo que era”, explicó Anne.
Aunque Jayne se sentía una mujer desde joven y llegaba a vestirse como una en algunos momentos, cuando fue mayor se sintió desesperada por “encajar” e intentó iniciar relaciones con chicas. En 1995 conoció a Anne y se llevaron bien enseguida. “A pesar de mi crisis de identidad, sentí mucha atracción por Anne”, dijo Jayne.
Según sigue relatando The Daily Mirror , después de salir durante seis meses, la pareja se fue a vivir a una casa en Halifax, West Yorkshire. Y en 2002 se casaron.
Sin embargo, Barry todavía estaba en conflicto con su identidad de género y en 2008 contó todo. “Fue difícil decirle a la mujer que amaba que yo también quería ser una mujer”, explicó Jayne.
Finalmente, después de pensarlo mucho, Anne decidió apoyar a su marido: “Y poco a poco me di cuenta de que a pesar de que mi marido quería ser una mujer, mis sentimientos hacia el no habían cambiado”.
Barry empezó a vestirse como una mujer e inició un tratamiento con hormonas femeninas para suavizar su piel y reducir el pelo del cuerpo.
Y el año pasado la pareja reafirmó sus votos