Dice que podría ocurrir una tragedia si no se busca solución
Amnistía Internacional advirtió hoy que en República Dominicana podría
ocurrir una tragedia nacional si el Gobierno no le busca una solución a lo
que calificó de ejecuciones extrajudiciales a civiles que realiza la Policía y
a los problemas delictivos que están ocurriendo país.
Las consideraciones fueron expresadas por el jefe de la delegación de Amnistía, Javier Zúñiga quien expresó que estudiaron todas las muertes violentas que se han llevado a cabo en los últimos cinco años en República Dominicana y “comprobaron que existe un grave problemas de muertes ejecutada por la Policía de personas apresadas y con las manos en alto en muchos casos”
Dijo que la República Dominicana es una nación que tiene derecho a una Policía libre de corrupción pero las frecuentes violaciones a los derechos humanos es un problema muy serio y ya se debe detener las muertes de supuestos delincuentes.
Zúñiga indicó que se reunieron con las autoridades del Ministerio de Interior y Policía, la Procuraduría General de la República y con tres comisiones de la Cámara de Diputados y estos reconocieron que existe un problema en el trato de las autoridades policiales con los problemas delictivos.
También se reunieron con 12 oficiales de la Policía, en la que no estuvo el Jefe de la Policía, mayor general José Polanco Gómez, pero estos no admitieron que había problemas y negaron que practicaran torturas y existe una negativa para darle respuesta al problema.
El estudio de Amnistía fue realizado por la investigadora Chiara Liguari quien trabajó en base a reportes estadísticos de la Procuraduría, en los que se establece que entre enero y junio de 2011 la Policía mató 154 personas en el país, lo que muestra un aumento frente al año 2010 cuando murieron 125 personas.
En el mismo reporte se confirmó durante el 2010 el 10% de los homicidios cometidos en el país fue llevado a cabo por los mismos agentes policiales.
Ante la situación Amnistía Internacional advirtió que los homicidios policiales no deben convertirse en la vía para resolver la reincidencia de los delincuentes ni para disuadir a los jóvenes a cometer delitos.
Amnistía también descubrió que se han amenezado de muerte y golpeado y le han negado alimentos, agua y medicamentos a presuntos delincuentes mientras estaban bajo custodía y a otros les han puesto bolsas de plásticos en la cabeza y los han colgado.
Las consideraciones fueron expresadas por el jefe de la delegación de Amnistía, Javier Zúñiga quien expresó que estudiaron todas las muertes violentas que se han llevado a cabo en los últimos cinco años en República Dominicana y “comprobaron que existe un grave problemas de muertes ejecutada por la Policía de personas apresadas y con las manos en alto en muchos casos”
Dijo que la República Dominicana es una nación que tiene derecho a una Policía libre de corrupción pero las frecuentes violaciones a los derechos humanos es un problema muy serio y ya se debe detener las muertes de supuestos delincuentes.
Zúñiga indicó que se reunieron con las autoridades del Ministerio de Interior y Policía, la Procuraduría General de la República y con tres comisiones de la Cámara de Diputados y estos reconocieron que existe un problema en el trato de las autoridades policiales con los problemas delictivos.
También se reunieron con 12 oficiales de la Policía, en la que no estuvo el Jefe de la Policía, mayor general José Polanco Gómez, pero estos no admitieron que había problemas y negaron que practicaran torturas y existe una negativa para darle respuesta al problema.
El estudio de Amnistía fue realizado por la investigadora Chiara Liguari quien trabajó en base a reportes estadísticos de la Procuraduría, en los que se establece que entre enero y junio de 2011 la Policía mató 154 personas en el país, lo que muestra un aumento frente al año 2010 cuando murieron 125 personas.
En el mismo reporte se confirmó durante el 2010 el 10% de los homicidios cometidos en el país fue llevado a cabo por los mismos agentes policiales.
Ante la situación Amnistía Internacional advirtió que los homicidios policiales no deben convertirse en la vía para resolver la reincidencia de los delincuentes ni para disuadir a los jóvenes a cometer delitos.
Amnistía también descubrió que se han amenezado de muerte y golpeado y le han negado alimentos, agua y medicamentos a presuntos delincuentes mientras estaban bajo custodía y a otros les han puesto bolsas de plásticos en la cabeza y los han colgado.