martes, 21 de septiembre de 2010

Juan Bosch, desde de el gobierno que dirigió durante siete meses, lejos de pactar con sus adversarios, continuó enfrentándolos desde el poder, denunciándolos, irritándolos y provocándolos, llegando incluso a anunciar desde antes de tomar posesión, y varias veces durante la Presidencia, que sus enemigos planeaban tumbarlo, y vaticinando que, efectivamente, terminarían derrocándolo.
Así lo describe el historiador Frank Moya Pons en el prólogo del libro “La democracia revolucionaria”, de René Fortunato, al considerar que la compleja personalidad del presidente Bosch lo llevó a enfrentar a numerosos grupos que no comprendían o rechazaban su extrema rigidez política.
“Aquello funcionó como una profecía auto realizable en la cual Bosch mismo contribuyó en gran medida, pues su combate político se desenvolvió más en el terreno verbal e ideológico que en los hechos”, expresa Moya Pons.
Bosch, para entonces líder del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), ganó las elecciones del 20 de diciembre de 1962, y asumió el 27 de febrero de 1963. El 25 de septiembre de ese año, hace 47 años, fue derrocado por un golpe de Estado.
Moya Pons dijo que el Bosch presidente continúo actuando en muchos terrenos como si fuese todavía candidato.
Continúo, dijo, predicando desde la Presidencia como si hablara como un maestro rural y no como un presidente de la República.
“Su compleja personalidad confundía hasta a sus propios colaboradores dentro y fuera del gobierno”, agregó.
Expresa que sus ministros le criticaban veladamente, a unos le mortifi aba la rigidez de su carácter, mientras a otros les preocupaba su falta de sentido práctico o su alejamiento caso total con la estructura dirigencial de su partido.
Precismente, señala que Bosch decía que estaba gobernando para todos los dominicanos, no para su partido.
“Esto hacía que sus correligionarios se sintieran abandonados o traicionados, cosa que se hizo visible al producirse su derrocamiento pues muy pocos perredeístas salieron a defender su gobierno, y algunos, por el contrario, hasta justificaron el golpe de Estado.
Golpe
Moya Pons dice que el gobierno de Bosch fue derrocado por una amplia coalisión de empresarios, clérigos, militares, sindicalistas, periodistas, intelectuales y políticos que no comulgaban con su credo democrático.
Temiéndole a las Fuerzas Armadas mantuvo en sus posiciones a los más temidos generales y oficiales superiores de la dictadura de Trujillo, muchos de los cuales eran reconocidos asesinos.
Además, que protegió a los grupos más recalcitrantes de la extrema izquierda, dirigidos por comunistas que no creían en la democracia representativa y que también planeaban derrocarlo.
Bosch luminoso
El Bosch que Fortunato presenta en su libro “La Democracia Revolucionaria”, dice Moya Pons, es el brillante y luminoso, el maestro de la democracia representativa.
También, el pensador y político liberal, el orador deslumbrante y didáctico, el presidente honesto más allá de lo razonable, el líder político rígidamente coherente con su credo democrático, el verdadero padre de la democracia dominicana.
(+)
PINA TORIBIO, PARED PÉREZ Y FORTUNATO

“Este libro no solo devuelve mi memoria la pupila asombrada y estremecida de un adolescente de deiciséis años, cumplidos justo el día del polémico y contravertido debate con el padre Láutico García, sino que ratifica, desde la perspectiva de los años transcurridos, la dimensión histórica que desde ya afirmaba esa figura deslumbrante, mezcla de sabio y de soldado de la democracia”, resalta el segundo prólogo del libro La Democracia Revolucionaria, a cargo de César Pina Toribio.
Entiende que la revisión de los discursos y declaraciones presidenciales, la lista de las medidas de gobierno que se expresaron en iniciativas programáticas, proyectos de leyes y decretos, han permitido a Fortunato identificar en el ejercicio de Bosch una clara visión ideológica y un programa progresista comprendido en su noción de democracia revolucionaria.
Pared Pérez
El presidente del Senado, Reinaldo Pared Pérez, resaltó que tanto la reciente celebración el centenario del natalicio de Bosch, como la revalorización del gobierno que encabezó en 1963, conectan perfectamente con el actual contexto político y democrático que vive la República Dominicana de sus desvelos y sacrificios.
“Y nos encuentra estrenando una nueva Constitución, fruto de un amplio consenso político y democrático”, añadió.
Fortunato
El autor del libro, destacado cineasta, destaca que además de la cronología sobre el gobierno de Bosch, la obra recoge 581 decretos firmados por él, así como las 69 leyes y resoluciones que se aprobaron durante su gestión.
 
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