El martes 2 de agosto tuvo lugar en la catedral de Ruán el funeral por el sacerdote de 86 años Jacques Hamel, brutalmente asesinado por dos islamistas radicales que le degollaron a los pies del altar en el que se encontraba celebrando la Santa Misa
Una semana después de este ataque en la parroquia de Saint Étienne du Rouvray de Normandía, el obispo de Ruán, Dominique Lebrun, ha presidido el funeral por Jacques Hamel, el primer sacerdote asesinado por el Estado Islámico en suelo europeo.
Antes de ser degollado, las últimas palabras de Jacques Hamel fueron: “Vete Satanás”. Así lo reveló el obispo de Ruán durante el funeral y relató a los presentes cómo este sacerdote fue arrojado al suelo mientras decía: “Vete Satanás”. Antes de morir, trató de empujar a sus agresores y volvió a repetir: “Vete Satanás”.
El arzobispo de Ruán recalcó durante su homilía que Jacques Hamel se ha presentado ante Dios después de 58 años de sacerdocio y de servicio a Jesús y a la Iglesia. Recordó que durante la última Pascua, este sacerdote escribió a sus feligreses: “Cristo ha resucitado, es un misterio, un secreto, un secreto que Dios nos da para compartir”.
El arzobispo de Ruán quiso subrayar que “la muerte no tiene la última palabra” y que ante la realidad de una muerte brutal, injusta y horrible hay esperanzas para encontrar la luz. El prelado manifestó, asimismo, su esperanza de que a pesar de estos terribles acontecimientos el amor supere al odio.
Una semana después de este ataque en la parroquia de Saint Étienne du Rouvray de Normandía, el obispo de Ruán, Dominique Lebrun, ha presidido el funeral por Jacques Hamel, el primer sacerdote asesinado por el Estado Islámico en suelo europeo.
Antes de ser degollado, las últimas palabras de Jacques Hamel fueron: “Vete Satanás”. Así lo reveló el obispo de Ruán durante el funeral y relató a los presentes cómo este sacerdote fue arrojado al suelo mientras decía: “Vete Satanás”. Antes de morir, trató de empujar a sus agresores y volvió a repetir: “Vete Satanás”.
El arzobispo de Ruán recalcó durante su homilía que Jacques Hamel se ha presentado ante Dios después de 58 años de sacerdocio y de servicio a Jesús y a la Iglesia. Recordó que durante la última Pascua, este sacerdote escribió a sus feligreses: “Cristo ha resucitado, es un misterio, un secreto, un secreto que Dios nos da para compartir”.
El arzobispo de Ruán quiso subrayar que “la muerte no tiene la última palabra” y que ante la realidad de una muerte brutal, injusta y horrible hay esperanzas para encontrar la luz. El prelado manifestó, asimismo, su esperanza de que a pesar de estos terribles acontecimientos el amor supere al odio.
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