La institución del orden dijo que Crismeli Guerrero, detenida con tres meses de medida de coerción, junto a su hermana Erika Guerrero, llevó a los investigadores hasta donde estaban los restos humanos sin el cráneo, en el kilómetro cinco del tramo carretero de Miches, El Seibo. Los huesos fueron llevados al Instituto de Patología Forense para los estudios de rigor.
La detenida reveló que la cabeza le fue cercenada a la joven y entregada a un individuo que supuestamente pagaría dos millones de pesos.
Crismeli Guerrero fue apresada días después de la desaparición de Wilma Martínez luego que se comprobara que había realizado una compra de 28 mil pesos en el supermercado Jumbo de La Romana con una tarjeta de la desaparecida.
Se recuerda que Wilma Martínez desapareció el pasado 8 de julio, tras salir del residencial Luisa Perla del municipio de Higuey, en compañía de cinco personas de apariencia extranjera entre ellos tres hombres y dos mujeres, a bordo de una jeepeta marca Nissan Infiniti, blanca.
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