Dominicana Santo Domingo, 5 de Enero (EFE).- Un terremoto de 5,3 grados de
magnitud en la escala de Richter sacudió hoy la República Dominicana, sin que se
constataran daños de importancia, pero si el pánico entre la población, informó
a Efe un portavoz del Centro de Operaciones de Emergencia (COE). El temblor se
produjo a las 05.36 horas (09.36 GMT) a diez kilómetros de profundidad y tuvo su
epicentro a 50 kilómetros de la capital del país, Santo Domingo, según la página
web del Instituto Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en Inglés).
El epicentro del sismo también se situó a 17 kilómetros de la localidad de
San José de Ocoa (provincia de San José de Ocoa) y a la misma distancia de Baní
(provincia de Peravia), en el sur del país. "Se produjo pánico a nivel nacional
porque, al ser superficial, se sintió en todo el país y la gente se asustó",
explicó a Efe el técnico del Instituto de Sismología de la Universidad Autónoma
de Santo Domingo (UASD) Juan Arias.
El experto dijo que, tanto por las características del terremoto como por su
epicentro, no se considera la posibilidad de una alerta de "tsunami" que debe
declararse en los primeros veinte minutos posteriores a un temblor. En la
primera hora tras el sismo se registraron "unas cuatro réplicas" de pequeña
intensidad, cercanas a un grado en la escala de Richter, añadió. El movimiento
se sintió en numerosos puntos de todo el país, aunque fue en las provincias del
sur donde se notó con más fuerza.
En San José de Ocoa decenas de personas salieron a las calles asustadas por
la sacudida y algunas tomaron la precaución de retirar los candados a las verjas
ante la posibilidad de que se produzcan réplicas, según relataron a Efe.
Redes sociales como Twitter comenzaron a mostrar mensajes de usuarios que
notaron el sismo. "Se sintió en Santiago" (norte), escribió el periodista
Roberto Cavada en su cuenta de Twitter, mientras que Anny Castellanos tuiteó-
"se sintió en todo el país". EFE jsm/msr -K-CYT-CIENCIA-TECNOLOGIA,AM
La policía continúa la búsqueda de un veterano estadounidense de la guerra de Irak en relación al asesinato de una guardabosque en el Parque Nacional Monte Rainier en el estado de Washington.
El parque fue cerrado después de que la guardabosques Margaret Anderson, de 34 años, muriese de un disparo tras intentar cortar el tráfico para detener al vehículo del sospechoso.
Barnes tiene reputación de ser un veterano de guerra con habilidades para la supervivencia. La policía asegura haber recuperado su vehículo, en el cual había armas y equipamiento de protección.
Los disparos tuvieron lugar mientras la gente que llegaba al parque para realizar caminatas y escaladas, y así disfrutar del paisaje boscoso y las espectaculares vistas del Monte Rainier, de 4.392 metros, en un día más bien templado para esta época del año.
El parque fue cerrado inmediatamente después de los disparos, y alrededor de 85 visitantes y 15 empleados fueron trasladados a un centro destinado al público para esperar a la policía. No salieron hasta que las autoridades garantizaron que el área estaba despejada.
El caso recuerda a la primera película de Rambo, donde un veterano de la guerra de Vietnam se refugia en las montañas, donde es buscado por las autoridades, aunque con la diferencia de que el personaje de Sylvester Stallone evita en la película dar muerte a quienes los persiguen.
"Una inmensa tragedia"
La policía sostuvo que Barnes era requerido para responder sobre un tiroteo ocurrido temprano en la mañana del domingo en una fiesta de Año Nuevo en Skyway, al sur de Seattle, que dejó un saldo de cuatro personas heridas.La Oficina del Sheriff del Condado de King citó a testigos que aseguraron que varias personas en la fiesta estaban armadas y que los disparos comenzaron como consecuencia de una discusión sobre un arma.
La guardabosque Anderson y un colega dispusieron un corte del paso de vehículos después de que el sospechoso no se detuviera en un punto de control de neumáticos el día domingo, explicó un portavoz del parque.
Los disparos se dirigieron a ambos guardabosques. Pero sólo Anderson, madre de dos pequeñas niñas y casada con otro guardabosque, recibió impacto de bala.
"Es una inmensa tragedia, para la familia, para el parque, y para los empleados", declaró el superintendente Randy King.
El parque permanecerá cerrado hasta el lunes mientras la búsqueda continúa a lo largo y a lo ancho de los 953 kilómetros cuadrados de terreno.