Alemania se ha convertido este viernes en el primer país europeo que les permite a los bebés con características de ambos sexos ser registrados sin un género definido.
Los padres podrán desde ahora dejar sin marcar el espacio de "sexo" en los certificados de nacimiento, después de que el gobierno alemán creara una nueva categoría denominada "sexo indeterminado".
Esta decisión se ha tomado para quitarle presión a los padres que deben elegir de forma apresurada cuál género debe tener el bebé en la sala de parto, inmediatamente después de nacer.
Esta nueva legislación brinda, además, la posibilidad de que más adelante, en edad adulta, esas personas con sexo indeterminado puedan escoger si quieren estar bajo la categoría masculina o femenina.
Pero también se ofrece la opción de quedarse bajo la categoría del tercer género o indeterminado y no tener que escoger en ningún momento de su vida entre las dos opciones.
En Alemania, algunos medios de prensa están calificando a esta nueva ley como una "revolución legal".
Sin embargo, todavía no hay detalles sobre cómo la nueva ley afectará el uso del género en otros documentos oficiales como los pasaportes, donde hay que escoger entre una "M" y una "F"
Moretones y cicatrices
Las personas que pueden optar al tercer género son conocidos como "intersexuales" porque tienen una mezcla de cromosomas masculinos y femeninos o sus genitales tienen características de ambos géneros.
Esta nueva ley se debe en gran parte al seguimiento de casos en Alemania, donde se ha visto que la opción de sexo al momento de nacer en personas "intersexuales" había causado muchos casos de infelicidad o trauma psicológico años después.
En varias de estas situaciones se reportaron personas que sin unos genitales definidos eran objetos de cirugías y años después alegaban que no eran ni hombres ni mujeres, sino lo que habían creado los doctores en la sala de cirugía, "llenos de moretones y cicatrices".
"Muchas veces, al momento de nacer, había que decidir cuál era el sexo del niño y hacer allí mismo una cirugía que podía definir sus caracterísicas físicas hacia una dirección. No se podía esperar”, dijo el corresponsal de la BBC en Berlín, Steve Evans.
Las implicaciones del tercer género
La publicación alemana dedicada al derecho familiar FamRZ ha pedido que esa tercera categoría sea identificada con la letra "X".
La nueva ley se apoya en una decisión de la corte constitucional que establece que mientras una persona "sienta profundamente" que pertenece a un cierto género, tiene también el derecho de escoger cómo se identifica legalmente.
La ley, conocida como del "tercer género", también tendrá un efecto sobre las leyes que conciernen al matrimonio ya que, hasta este momento, en Alemania sólo se pueden casar mujeres con hombres.
Hace seis semanas Australia se convirtió en el primer país del mundo en aprobar una legislación sobre el tercer género, si bien ya desde 2011 las leyes australianas permitían a sus ciudadanos marcar con una "X" la casilla de género en el pasaporte, algo que también puede hacerse en Nueva Zelanda desde 2012.
Libertad para el cambio
Demian McGuinness, corresponsal de la BBC, explica cómo ha sido recibida esta nueva ley en Alemania: "Ha sido vista como un paso adelante en cuanto a los derechos de género".
La normativa también permite a los bebés hermafroditas cambiar su género en diferentes momentos de su vida.
McGuiness explicó que todavía hay muchos puntos sobre los que no hay claridad total en casos específicos como matrimonios y adopciones.
Un ejemplo de estos casos específicos es qué pasaría si alguien con un sexo indeterminado fuera sentenciado a prisión. ¿A qué tipo de cárcel debería ir?
En todo caso, señala el corresponsal, la nueva legislación se enmarca en una tradición alemana de tolerancia al tratar derechos de género.
"Es algo lógico pero no es una ley tan progresista como nos gustaría que fuera", explicó a la BBC Richard Köhler, del grupo activista Transgender Europe.
Köhler detalló que esta ley se limita a casos donde un doctor tiene que hacer una diagnosis de hermafrodita.
Sin embargo, apunta, la normativa no brinda esta posibilidad de escogencia a personas que no entren dentro de ese diagnóstico.
Köhler indicó que lo que grupos como su organización pretenden es provocar un debate para cuestionar si es necesario que una persona tenga que marcar obligatoriamente en una casilla cuál es su género.