Con lágrimas en los ojos, la señora Valentina Martínez colocaba ayer una corona de flores sobre la tumba de su madre, Mercedes Aguiar de Martínez, en el cementerio Cristo Redentor, ubicado en el sector Pantoja de la capital.
La tristeza de Valentina se le veía en el rostro. Era la primera vez que ella pasaba un Día de las Madres sin la presencia de su mamá en el hogar, pues su madre murió el 24 de julio del 2010.El día en que ocurrió el fallecimiento de su madre, Valentina se encontraba celebrando un año más de vida.
Por eso ayer, frente al nicho de su mamá exclamó, con voz quebrada: “jamás celebraré un cumpleaños”. Asistió al cementerio acompañada de sus dos hijas y una hermana.
Tras depositar la corona de fl ores sobre la sepultura, Valentina no escondió su temor de que desaprensivos se la roben.
Consciente de que eso podría suceder, trató de pegarla fuerte y le pidió que se la cuidara a un niño que se acercó a ofertar sus servicios de limpieza en la tumba. Ella se trasladó desde Boca Chica a Pantoja para visitar el mausoleo de su madre.
Testimonios
El mismo motivo tuvo la señora Maritza Almonte, quien se trasladó desde La Feria, hasta el cementerio Nacional de la avenida Máximo Gómez, para depositar fl ores sobre el sarcófago de su madre Ana Luz Almonte, fallecida hace seis años.
Maritza Almonte prefi rió tomar el Metro para llegar al cementerio en vez de usar un vehículo privado, porque consideró que de esa forma era más fácil y además evitaba los problemas de estacionamiento.
Ella sabe que en un día como el de las madres, los cementerios reciben muchas visitas.
Maritza y Valentina acudieron a las tumbas de sus madres en la mañana, pues ambas también son progenitoras y tenían previsto pasar la tarde en su casa con sus hijos y otros familiares.
Pero contrario a Valentina, que preparó ella misma la corona de fl ores para su mamá, Maritza compró una en la entrada del cementerio, la cual se encontró cara. “Este ramo costó 100 pesos, es demasiado caro, lo compré para no entrar sin nada, pero abusan”, se quejó.
En los cementerios, no solo se vendían fl ores y velones ayer, sino que un grupo de muchachos, incluyendo niños, ofertaban los servicios de limpieza.
Mostraban escobas, palas y galones de agua, para el aseo de las tumbas. Sin embargo, muchas familias decidieron ellas higienizar las sepulturas, por lo que los muchachos de la limpieza no tuvieron mucha demanda.
Los muchachos realizan esa labor en los cementerios por paga. Por ejemplo, un galón de agua lo venden a 15 pesos.
Una niña había vendido varios galones. Saliendo del cementerio de Pantoja, por la parte norte, una señora vendía artículos de regalo, no para las madres fallecidas, sino para las vivas.
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VENDEDORES SE QUEJAN POR BAJOS INGRESOS
Los comerciantes de flores y velones aprovecharon el Día de las Madres para vender sus mercancías en los cementerios.
VENDEDORES SE QUEJAN POR BAJOS INGRESOS
Los comerciantes de flores y velones aprovecharon el Día de las Madres para vender sus mercancías en los cementerios.
Desde temprano del domingo se apostaron en la entrada de los camposantos.
Maritza Germán se movió desde Haina hasta el cementerio de la avenida Máximo Gómez a ofertar velones, a un precio entre 25 y 100 pesos. Pero se quejó de la lentitud en las ventas.
“En otras ocasiones, a esta hora (9:30 de la mañana) aquí ya no había gente vendiendo, porque se le habían acabado”, dijo. Ella no es vendedora habitual de velones. Ayer lo hizo por ser un día especial, pues creyó le iría bien en el negocio.
Desde la entrada a la avenida Monumental, que conduce al cementerio Cristo Redentor, en Pantoja, se veían las filas de hombres y mujeres que ofertaban artículos para los difuntos en latas y diferentes objetos. En el cementerio de la avenida Máximo Gómez, los montones de flores en venta adornaban la entrada del camposanto. Allí se observó una señora vendiendo café y fósforos para prender los velones.