Una docena de chicas ha desarrollado en un
instituto neoyorquino unos extranos tics, que los doctores califican como una
«enfermedad psicogénica masiva».
Los padres sospecharon de
una posible contaminación del medioambiente o una infección en el instito Leroy
cuando las chicas comenzaron el pasado otoño a mostrar síntomas como un dolor
inexplicable o movimientos musculares involuntarios.
La calidad del aire y las pruebas realizadas por los operarios descartaron la incidencia de moho, productos químicos y otras posibles fuentes de problemas. Cerca de la escuela, descarriló en 1970 un tren que derramó un producto químico prohibido por muchos países.
Para el doctor Laszlo Mechtler y otro neurólogo, que han tratado a unas diez chicas, la causa es un trastorno de conversión, que provoca síntomas reales, pero sin una razón física. Los exámenes físicos y las pruebas de laboratorio, incluidos análisis del cerebro, no revelan ninguna disfunción detrás de síntomas como tics vocales y físicos, convulsiones, desmayos, dolor de cabeza y ansiedad.
Para Mechtler, ocurre algo similar al miedo escénico, que provoca mareos, vómitos y dolores. Eso sí, «los síntomas físicos que están sufriendo son reales. No fingen». El trastorno de conversión es muy común entre los adolescentes. Y se consigue corregir con un tratamiento que combina la psicoterapia, cambios de conducta y medicamentos. Lo que sorprende de este caso es que se den tantos al mismo tiempo.
«La mayoría de los pacientes está mejorando -según Metchler- Algunos de ellos están de vuelta en la escuela». Se desconoce qué originó estos misteriosos tics. Algunos de ellos eran amigos, otros jugaron en el mismo equipo y todos acuden al mismo instituto.
La calidad del aire y las pruebas realizadas por los operarios descartaron la incidencia de moho, productos químicos y otras posibles fuentes de problemas. Cerca de la escuela, descarriló en 1970 un tren que derramó un producto químico prohibido por muchos países.
Para el doctor Laszlo Mechtler y otro neurólogo, que han tratado a unas diez chicas, la causa es un trastorno de conversión, que provoca síntomas reales, pero sin una razón física. Los exámenes físicos y las pruebas de laboratorio, incluidos análisis del cerebro, no revelan ninguna disfunción detrás de síntomas como tics vocales y físicos, convulsiones, desmayos, dolor de cabeza y ansiedad.
Para Mechtler, ocurre algo similar al miedo escénico, que provoca mareos, vómitos y dolores. Eso sí, «los síntomas físicos que están sufriendo son reales. No fingen». El trastorno de conversión es muy común entre los adolescentes. Y se consigue corregir con un tratamiento que combina la psicoterapia, cambios de conducta y medicamentos. Lo que sorprende de este caso es que se den tantos al mismo tiempo.
«La mayoría de los pacientes está mejorando -según Metchler- Algunos de ellos están de vuelta en la escuela». Se desconoce qué originó estos misteriosos tics. Algunos de ellos eran amigos, otros jugaron en el mismo equipo y todos acuden al mismo instituto.